La semana pasada les hablé de la importancia de mantenerse enfocado en la idea de que todos somos Uno y que sólo existe el bien y que al desenfocarse de esto, es cuando se sufre.
Cada desenfoque nos obliga a buscar un vínculo más fuerte que nos haga perdurar por más tiempo enfocados en esa idea.
El ser humano constantemente busca explicaciones a los sucesos y/o a las emociones, debido a que su parte racional necesita comprender. Cuando algo cambia y desajusta la explicación dada con anterioridad, tiene que buscar una nueva explicación que justifique el evento actual. A esto se le llama ‘pequeña muerte’. Murió su explicación y ahora tiene que encontrar otra que lo lleve de vuelta a la calma interior. Este periodo sin explicación momentánea, se conoce como ‘la noche obscura’.
Buscar nuevas formas de explicarnos las cosas nos hace avanzar a nuevos horizontes. Cuando más aprendemos es cuando somos obligados a buscar más allá de nuestro propio sistema establecido y limitado.
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