Las personas hemos perdido el punto de referencia que marca la dirección de nuestras vidas.
¿Quién soy? ¿Para qué trabajo? ¿Hacia dónde quiero ir? ¿Para qué quiero dirigirme hacia tal o cual lugar o meta? ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Acumular riquezas me hace feliz? ¿Tener más que mi vecino me satisface completamente? ¿Tener poder me hace sentir tranquilo o tengo que cuidar que nadie quiera arrebatármelo? ¿Realmente me siento feliz y pleno con lo que soy, hago y tengo?
Las personas al haber perdido el punto de referencia del sentido de nuestras vidas…. vamos deambulando a obscuras por el enorme campo de la vida.
Cada quien dirige su actuar en lo que necesita individualmente, busca la satisfacción de sus deseos egoístas separándose del resto de las personas. Sólo percibe lo suyo y lo que le interesa personalmente. Pensarás que estoy equivocada porque probablemente te preocupas por el bienestar de tu familia…, pero esa también es una satisfacción personal ya que su bien estar es el tuyo por ende. ¿Pero que hay con respecto a tus empleados… tu preocupación por ellos es igual al que tienes por tu familia?
No tienes que sentirte mal por eso, así somos y esa es nuestra naturaleza. Pero para quienes han llegado a la cuenta de que la presente situación es un callejón sin salida, y desean otra forma de relacionarse con los otros… saben que la solución es crear una sociedad integral. Es decir, buscar a un número de personas interesadas en lo mismo y empezar su construcción, trabajando en conjunto para lograrlo, basados en la garantía mutua en donde yo me preocupo por el bienestar del resto de los participantes y todos ellos se preocupan por el mio.