La mitad de la población mundial
está pasando hambre… mientras que la otra mitad desperdicia dos terceras partes
de lo que consume. Si la población que cuenta con recursos… hace un análisis
profundo entre lo que consume y almacena con lo que realmente necesita,
observará que realmente tiene un excedente del 90%.
Por ahora no podemos comprender que -
reducir nuestro consumo desmedido- es un paso eminente. Las crisis, en todos
los sentidos, nos están obligando a apretarnos el cinturón. La transformación
no se trata de redistribuir el excedente y compensar la carencia… sino de
conocer la forma integral en la que funcionamos. Para lograr el cambio en
nuestra forma de actuar, es necesario educarnos y que las escuelas eduquen a
nuestros hijos bajo este esquema.
Ejemplos de lo que este cambio
ocasionaría…:
1.- Dejar de producir miles de medicinas innecesarias,
que ahora están siendo producidas por algunos para su propio beneficio, y con
las que la humanidad está siendo envenenada.
2.- Dejar de tirar esas enormes
sumas de dinero en la producción de armas; en reclutar, entrenar y mantener
ejércitos; en campañas políticas, etc.
¡Hay muchas cosas que tendremos que
corregir ahora que hemos alcanzado esta nueva era! Si esta diferencia se redujera
a consumir sólo lo necesario… la diferencia disminuiría por ende.
Isabel Martínez Loya
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