Todo lo que estudiamos o leemos ya
se encuentra– limitado - en si mismo por
el lenguaje. Hemos acumulado a través de nuestra vida datos e información pero
no conocimiento. La información que obtenemos es tan sólo el equivalente al
orificio que la punta de un alfiler puede hacer dentro de todo el espacio para
que penetre la luz del conocimiento, - no importa que tan instruido seas.
El conocimiento se encuentra en
nuestras sensaciones, pero dejamos de experimentarlo cuando lo sustituimos con los
datos y la información que hemos almacenado.
Ejemplo: cada día aparece un sol y
luego desaparece. La mente-información nos
dice: eso es un día, un día es el total de 24 horas, una hora representa 60
minutos, bla, bla, bla. Pero ‘eso’… ¿qué representa?
Para poder interpretar su
significado tendríamos que ser como niños, para ellos todo es nuevo y todo representa un
descubrimiento.
Así, para poder percibir la realidad
tal cual es, se requiere - hacer un esfuerzo - vaciar
la mente, de modo que lo que está ahí penetre más profundamente para que a
través de la red de las células de memoria… goteé y penetre el corazón. Es
decir, DESEAR experimentar la sensación
de interconexión molecular de cada momento presente, en lugar de interpretarla.
Si tan sólo vaciamos la mente para ser
nuevos cada sol… y comenzar el alumbramiento como una página en blanco, sin
ninguna adición de lo anterior, empezaremos
a experimentar la realidad.
¡Lo podemos lograr sin lugar a dudas!
Sólo se requiere - desearlo y hacer un esfuerzo por obtenerlo.
Recuerda que no estamos solos y haciendo - la petición adecuada, la asistencia
llega.
¡Qué mejor si somos más de dos!
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